En los últimos años se ha recuperado la vestimenta tradicional con pieles de oveja y cencerros a la cintura y con cintas de vivos colores a modo de flecos por las mangas de la camisa. Llevaban un acebo adornado y una cesta o cuévano para recoger los obsequios.
El canto con diferentes variantes comienza así:
"Marzo florido seas bien venido, seas bien venido.
Florecido marzo seas bien llegado, seas bien llegado.
A esta casa honrada señores llegamos, señores llegamos,
si nos dan licencia las Marzas cantamos, las Marzas cantamos”